Los Niños y Las Rutinas
Establecer y respetar las rutinas diarias otorga una gran cantidad de beneficios, pero ¿Cuándo es el mejor momento para empezar? Puede hacerse prácticamente desde el nacimiento. Lo primero que debemos establecer a nuestros hijos son los horarios de alimentación, higiene, y sueño. Si dejamos que transcurra mucho tiempo, estamos dejando un espacio en donde los niños se puede adquirir malos hábitos difíciles de modificar.
Los beneficios de las rutinas diarias son numerosos: incentiva hábitos de organización, favorece el desarrollo de la autonomía, genera seguridad y estabilidad, y baja los niveles de incertidumbre y ansiedad. Además, tener una rutina preestablecida permitirá a los pequeños adaptarse fácilmente a distintas situaciones, en específico su adaptación cuando ingresan a la escuela o actividades extracurriculares. El seguimiento de las rutinas también ayuda a los niños comprender de secuencias de tiempo y ayuda centrar la atención en tareas específicas, ambos objetivos son importantes de la enseñanza.
Si deseas que tu hijo aprenda hábitos y rutinas, la mejor forma de enseñarles es dar el ejemplo con tus prácticas diarias. Ayudemos a los niños seguir un ritmo de vida organizado. Cuanto más hábitos positivas crean, más preparados estarán para el éxito en la vida.