Disciplina Positiva
Disciplinar significa enseñar. ¡Los niños necesitan aprender cómo comportarse de usted! La disciplina es diferente del castigo. La disciplina positiva se enfoca en enseñarle a su hijo cómo mantenerse tranquilo, calmarse y tomar buenas decisiones para satisfacer sus necesidades. Enseñar a su hijo a comportarse es un proceso que requiere tiempo y paciencia. Es normal que prueben los límites. El uso de la disciplina positiva mantiene sus interacciones con sus hijos saludables, y de apoyo. Esto les ayuda a sentirse seguros en su relación con usted. También aumenta la confianza y la autoestima de su hijo.
Tenga en cuenta.
La disciplina positiva se enfoca en enseñarle a su hijo lo que usted quiere que haga, en lugar de castigarle por hacer algo mal.
El castigo (como las nalgadas) hace que su hijo sienta miedo, pero no le enseña cómo quiere que se comporte.
Es normal que sus hijos prueben los límites. Su trabajo es establecer límites apropiados y ser coherente en mantenerlos.
La disciplina positiva requiere tiempo y paciencia. Su hijo puede intentar probar sus reglas muchas veces. Mantente calmado y constante.
La disciplina positiva comienza estableciendo límites, reconociendo el buen comportamiento de su hijo y desalentando los comportamientos que no desea que su hijo haga.
La disciplina positiva ayuda a fomentar la cooperación entre usted y su hijo.
Sugerencias:
Trate de entender el comportamiento de su hijo. ¿Qué necesitan? ¿Qué quieren ellos? Los niños pequeños a menudo actúan inquietos cuando están cansados, hambrientos, aburridos o no se sienten bien. Si su hijo está actuando para llamar su atención, piense en cómo puede construir en momentos especiales para conectarse con ellos y brindarles toda su atención.
Enséñele a su hijo por qué un comportamiento no está bien.
Enséñele a su hijo lo que puede hacer que este bien. Por ejemplo, si desea que su hijo deje de correr en la casa, invente un juego de puntillas. Si su hijo le está gritando, enséñele cómo preguntar usando una voz tranquila.
Mantén la calma cuando disciplines a tu hijo. Aprenden de los padres. Si te enojas y gritas, aprenden a enojarse y gritar. Su hijo está aprendiendo cómo interactuar con los demás al observar.
Recuerde siempre hacer notar su amor hacia su hijo. Su comportamiento puede ser inapropiado, pero no son "niños malos". Después de que su hijo se porta mal, asegúrese de reconectarse rápidamente con él, abrácelo y hágale saber que lo ama. Dialogue con su hijo para que reconozca que hizo algo inadecuado. El diálogo es la mejor unión entre padres e hijos, ¡haz la práctica!