Berrinches
Las rabietas no son fáciles de manejar, ya sea que su hijo tenga dos o diez años, pero la forma en que usted responde a una rabieta le enseña a su hijo a manejar la ira. Para los niños de 2 a 5 años, es importante que permanezcan con su hijo cuando tengan una rabieta. Diríjalos hacia un lugar seguro para descargar su ira. Puede utilizar uno o más de estos métodos para ayudar a su hijo a calmarse:
Identifique los sentimientos de su hijo: "Estás muy frustrado porque tu juguete no funciona".
A algunos niños les puede gustar que los sostengas y los acune. Para otros, esto puede hacerlos enojar. Vea lo que funciona para su hijo.
Trate de distraer a su hijo.
Ayúdele a tratar de calmarse hablando o dibujando sobre su enojo.
Redirija las acciones de su hijo: haga burbujas, lance una pelota, salga a caminar o ponga música. También puede usar una esquina de calma con animales de peluche suaves y actividades tranquilizantes como botellas sensoriales, frascos de purpurina y pelotas para el estrés.
Algunos de los mejores métodos a utilizar en relación con las rabietas de los niños son los métodos preventivos. Ayude a su hijo a identificar lo que le hace enojar. Identifique si hay cambios en la casa, en la escuela o en su rutina. Enséñeles a reconocer sus sentimientos y las formas adecuadas de tratarlos. A veces, el simple hecho de proporcionarle opciones a su hijo aliviará el estrés y le permitirá sentirse más en control y reducir el estrés que causa una rabieta. Intente no reaccionar a las rabietas gritando, ya que esto sólo empeorará las cosas.
Establecer una relación de confianza y amor con su hijo es la clave. Si nota una ira o depresión crónica, o cambios importantes en los patrones de sueño o alimentación de su hijo, consulte con su pediatra y/o psicólogo.